Las actividades docentes responden al diseño
establecido en el Proyecto Curricular del Centro y la Adaptación Curricular
Individual de cada alumna/o
.
.
El Proyecto Curricular del Centro recoge las
siguientes características:
- Un currículo
para la Etapa Básica, teniendo como referencia el diseño curricular de
Educación Primaria y complementado con los de E. Infantil, E. Secundaria
Obligatoria y otros.
-
Adaptaciones significativas en todos sus elementos de la oferta educativa
(objetivos, contenidos, criterios de evaluación...)
- Abierto,
flexible y secuenciado longitudinalmente
-
Programas para las enseñanzas complementarias posteriores a la enseñanza
básica que puedan establecerse.
-
Actividades que desarrollen preferentemente los campos de la cognición, la comunicación y la socialización.
-
Priorización de contenidos procedimentales
-
Actividades que desarrollen aprendizajes significativos, funcionales y
generalizables.
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Las Adaptaciones Curriculares Individuales se
efectuarán por el Equipo Psicopedagógico con la colaboración del profesor-tutor
y, en su caso, del personal de atenciones y tratamientos personalizados y, si
se considera oportuno,de los padres.
Las actividades extraescolares tendrán siempre
presente el objetivo de normalización e integración, por lo que deberán
programarse en días, lugares y espacios, y por motivos similares a los
utilizados por escolares de otros centros de su etapa.
Actividades motrices para el niño y la niña entre 0 y 3 años del
nivel maternal. Una aplicación para potenciar el desarrollo y el
aprendizaje.
A partir de la reforma planteada
por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte (2002), la Educación Inicial
tiene como objetivo garantizar y promover la atención integral infantil,
considerando al niño y la niña como seres sociales, integrantes de una familia
y una comunidad que poseen características personales, sociales, culturales y
lingüísticas particulares, que aprenden en un proceso constructivo y relacional
con su medio.
Es por ello, que la Educación
Inicial juega papel importante en los aprendizajes posteriores de los
individuos ya que les brinda ricas experiencias formativas en lo intelectual,
afectivo, social, físico y emocional, entre otros; contribuyendo de esta manera
al desarrollo integral de los niños y las niñas, desde su concepción hasta su
ingreso a la educación básica; siendo fundamental las actividades que se
realicen con ellos y ellas respetando y adecuando su proceso y ritmo de
desarrollo, tomando en cuenta sus necesidades e intereses y las diferencias
individuales que tienen los infantes de una misma edad.
De acuerdo con lo anteriormente
planteado, la Educación Inicial es entonces la etapa donde se adquieren las
herramientas necesarias que le permiten al niño y la niña avanzar en sus
aprendizajes. Es por lo anterior, que la investigación se fundamentó en la
aplicación de actividades motrices para niños y niñas entre 0 y 3 años del
Nivel Maternal dirigidas a potenciar su desarrollo y aprendizaje, pues es, en
los primeros tres años de vida donde se forman las bases del desarrollo
infantil; es por esto, que las actividades motrices se deben considerar, como
el medio fundamental que le permita a ellos y ellas lograr un desarrollo
armónico de tanto sus habilidades, capacidades y destrezas.
Las edades de 5 a 6 años constituyen el grupo
terminal de la etapa preescolar. La continuidad del proceso de la actividad
motriz iniciado desde el primer año de vida hasta este grupo de edad, debe
garantizar que los pequeños adquieran las vivencias y conocimientos elementales
que los preparen para la Escuela y para la vida.
Lo anterior significa que la preparación del
niño(a) no debe centrarse en los grupos finales del preescolar o sea en la
etapa anterior a la vida escolar, sino desde los primeros años, pues las
influencias educativas que se ejercen en cada grupo de edad por las que va
transitando el pequeño, tanto en las instituciones infantiles como en el seno
del hogar, potencian su desarrollo en todas las esferas: motriz, cognitiva y
afectiva. Las vivencias que el niño(a) adquiere en cada uno de los grupos
etáreos, posibilitan la adquisición de conocimientos y habilidades que son
básicos para los años que continúan.
La etapa preescolar es un periodo sensitivo para
el aprendizaje y en la misma se forman los rasgos del carácter que determinan
la personalidad del individuo. Las experiencias cognitivas y motrices de que se
apropia el niño(a) en estas edades, si además están acompañadas por la
afectividad que este necesita: cariño, buen trato, atención etc., garantizan el
desarrollo armónico e integral como máxima aspiración de la educación.
Por la importancia que reviste lo planteado se ha
pretendido brindar, mediante una serie de artículos dedicados a la motricidad
del niño y la niña desde el primer año hasta el grupo de 5 a 6 años, algunas
propuestas metodológicas que propicien informaciones básicas para educadores y
padres, que los oriente como estimular actividades con los pequeños infantes,
sin que peligre una aceleración del desarrollo, sino con el fin de contribuir a
que este ocurra normalmente, por supuesto respetando la evolución de la
ontogénesis.
En el presente artículo, que cierra esta serie,
se ofrece una síntesis sobre la evolución del desarrollo ontogenético del
preescolar de 5 a 6 años y las peculiaridades de la motricidad, como guía para
orientar la labor pedagógica en este grupo de edad.
Los niños y las niñas entre los 5 y 6 años
dominan todos los tipos de acciones motrices, por tal motivo tratan de realizar
cualquier tarea motriz sin considerar sus posibilidades reales: trepan
obstáculos a mayor altura, se deslizan por pendientes elevadas, les gusta
mantenerse en equilibrio pasando por superficies altas y estrechas, saltan
desde alturas.
Comienzan a diferenciar los más diversos tipos de
movimientos, a combinar unas acciones con otras: correr y saltar un obstáculo,
correr y golpear pelotas, conducir objetos por diferentes planos, lanzar y
atrapar objetos, etc. Demuestran gran interés por los resultados de sus
acciones y se observa un marcado deseo de realizarlas correctamente, aunque no
es objetivo de la enseñanza en esta edad que los resultados se logren de forma
inmediata y mucho menos que siempre alcancen el éxito, pues los logros se van
obteniendo en la medida que el niño(a) se adapta a las nuevas situaciones motrices
y va adquiriendo la experiencia motriz necesaria para ir regulando sus
movimientos.
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